martes, 21 de marzo de 2023

 

Extracto de la entrevista a Rafael A. García Lozano, investigador.

 "El edificio Rey Fernando se ideó para crear una Universidad Laboral femenina".

"Las escuelas profesionales son la obra más importante del siglo XX en la ciudad y una de las 15 más remarcables de la posguerra España por su potencia constructiva"

  ¿la construcción que durante décadas se bautizó como la Grillera se llevó a cabo con posterioridad?



-Efectivamente. Crearon a imagen de Gijón servicios para los internos. Hablaron con las monjas de las Claras que entonces estaban en Santa Clara, que estaba casi ruinoso. Ellas se encargaron del planchado y lavado de la ropa en el nuevo convento que se construye en las cercanías. El edificio Rey Fernando, la grillera, surgió porque en un momento determinado se pensó volver a ser pionero y poner en marcha una institución educativa para chicas. Se encargó un proyecto para llevar a cabo la Universidad Laboral femenina Nuestra Señora de las Mercedes en 1955. El proyecto Rey Fernando se encargó a Martín Marcide, el arquitecto del Clínico, a Manuel Jaén y a Carlos García. Cuando en 1957 salió del Gobierno José Antonio Girón y se fue Pinilla, alma mater de la institución, se acabó el dinero, no se presupuestó más y se quedó el esqueleto, que es como durante mucho tiempo, diez años, se denominó en Zamora. Con la llegada de Torcuato Fernández Miranda se produjeron varios intentos para concluir la obra. Se pensaron varias soluciones, como que fuera una escuela de formación profesional en manos de la Sección Femenina, pero al final se habilitó una partida presupuestaria y como la idea de la Universidad Laboral femenina ya estaba implantada en otros lugares, lo que hicieron fue realizar una ampliación de las escuelas profesionales masculinas, de tal forma que eran dormitorios y aulas.
(Publicado en La Opinion de Zamora)

domingo, 19 de marzo de 2023

 HISTORIA DE JOSE ANTONIO MARTÍNEZ “SAMPEDRO

La “Morriña” gallega.

Lo que sí también me marcó, pero un poco más negativamente fue la morriña que sentía por mi tierra, en las oscuras noches en la litera, sobre todo el primer año, que desde Navidades hasta junio que acabó el curso, no pude volver a casa porque la Beca no cubría más que un viaje al año (cosa que se solucionó en los siguientes años). Algunos primeros viajes fueron en autobús y nefastos, aquellas carreteras de la antigua nacional 6 y atravesar el Puerto del Manzanal asustaban, la delantera del autobús volaba por encima de los precipicios de aquellas curvas de 180º , una vez parados por la nieve, no recuerdo cuantas horas, pero muchas, recuerdo la escapada sin permiso del autobús de nuestro compañero Manolo Varela para hacer un muñeco de nieve (que travieso era…) Gracias a Dios los viajes por autobús se cambiaron para el tren, que buenas aventuras también nos dejaron.

Yo esperaba con anhelo pequeños paquetes que, de Pascua en viernes, me llegaban de parte de mi Madre y de los cuales extraía entre otras cosas, un pequeño bote de leche condensada que dosificaba durante largas semanas a pequeños sorbos por los agujeritos que le hacía.

 

El final en la ULZ.

Con todos estos avatares que pasé y que yo que no era demasiado buen estudiante, en cuarto de bachiller, decidí cambiar de aires, después de los exámenes de septiembre, propuse al primo de mi Madre sacerdote y tutor familiar nuestro, que quería estudiar algo técnico que relacionarme más con el Taller que con las manualidades. (En la Familia teníamos un pequeño Taller que gestionaban mis Tíos junto con mi padre antes de fallecer, se llamaba “HMR” y fabricaba motores de explosión para barcos y también para la agricultura. Trabajaba los veranos en él. Siempre pensé que algún día trabajaría allí, pero, desgraciadamente cuando terminé, el taller estaba bajo mínimos debido a la crisis y la libre importación de motores que había autorizado el Gobierno de turno, luego cerraría definitivamente en 1982.

Homenajeado por el Ayuntamiento este año, nombrando una calle en su memoria por contribuir al florecimiento industrial y económico de RIBEIRA.

Mi tutor (D. E.P.) me comentó que ya era un poco tarde para cambiar de Universidad, pero que lo iba a intentar. Me llamó semanas después, confirmando que el curso 69-70 era imposible. Me ofrecían hacer un curso de Transformación de un Bachiller al otro Bachiller Técnico para el curso 70-71. No perdí el tiempo e hice en Ribeira 5º de bachiller, que me vino muy bien para afrontar el curso de Transformación en la U L de Tarragona.

Y esta es la segunda parte de mi vida de Laborales, que resumo en la foto reportaje adjunta, pasando de una UL Zamora regentada por los Salesianos a una U L Tarragona dirigida por un Teniente Coronel y algunos personajes del Movimiento.

De todas formas, puedo decir que mi formación como Laboral fue excelente y que pena que estas Universidades Laborales con la Transición Democrática no hayan sido aprovechadas como debieran.

 

HISTORIA DE JOSE ANTONIO MARTÍNEZ "SAMPEDRO"

El Domingo

¡Ah!.. Después llegaba el Domingo, recuerdo el famoso paseo acompañado del tutor( D. Luis, D. Antonio Agüero), de los cuales no podíamos separarnos en un radio de 10 metros. Íbamos como pequeñas manadas por la ciudad alrededor del pastor. Había puestos de venta de golosinas, señoras apostadas en la calle y en puntos estratégicos vendiendo pipas, caramelos, altramuces, etc. (Recuerdo muy bien los altramuces porque en mi vida los había visto). Buenos recuerdos tengo de las visitas a la catedral y la zona amurallada de Zamora, con las historias que nos contaban, Fernando I de Castilla, Doña Urraca, el cerco de Zamora y el asedio por Sancho II de Castilla.

Después del Paseo llegaba la Iglesia y Cine, previo paso por las filas formadas en la explanada de la Iglesia en Laboral San José. Allí vivíamos la separación de los revoltosos y en teoría de los buenos (aquí entraba en juego el famoso talonario de puntos), los primeros para el estudio hacia la Grillera y los segundos al patio interior de la UL. Aunque no me tocó casi nunca siempre me pareció una discriminación intolerable, porque el cine y las charlas son cultura. Allí también recuerdo los famosos bocadillos de mejillones y las toreras (como decimos los gallegos ¡Qué fame pasábamos!) después la función de cine. Primero charlas diversas, educacionales y explicaciones del film del Padre Samaniego si mal no recuerdo su nombre, (corregirme si no…).

Las excursiones.

 También recuerdo experiencias más esporádicas, como, excursiones a Toro, Fermoselle (paisajes impresionantes), Lago de Sanabria en el cual recuerdo ver el pueblo de Ribadelago enterrado por la  rotura de la presa y como no, algunos nos dimos un baño en un pequeño lago al final del glaciar del que, aún recuerdo estar buscando mis partes durante algún tiempo.

Mi experiencia como laboral de Zamora me marcó para siempre, un increíble recuerdo de los compañeros, algunos profesores y también algún educador (En Paz Descansen algunos de ellos que ya han desaparecido). Nuestras “Xuntanzas” y su recuerdo, sirva de homenaje para todos ellos.

Continuará...

sábado, 18 de marzo de 2023

HISTORIA DE JOSE ANTONIO MARTÍNEZ “SAMPEDRO”

El comedor.


D.Antomio Agüero vigilando...

La hora de comer era un jolgorio a pesar de estar vigilados. Por allí rondaban D. Matías y
D.Fausto, recuerdo que a alguno de nosotros le dejaron los dedos marcados en la cara. Os cuento una
anécdota que me ocurrió y que no te das cuenta con esas edades, pero si lo reflexionas cuando eres un poco mas mayor, no sé en qué celebración me hicieron leer una historia cómica de un partido de fútbol a todos los comensales, uno piensa que lo eligieron porque lo hacía bien, pero la realidad fue que lo hicieron, por el acento tan remarcado de gallego que tenía y ¡no veas! Allí yo cantando los goles modo radiofónico, era todo un espectáculo…Vamos fui el hazmereir de todo el comedor.¡Qué vergüenza!

Las Aulas.


Qué decir de aquellos estudios mañaneros bien vigilados por nuestros tutores antes de la misa y desayuno. Aquellas clases, con Don Humberto, yo alucinaba con su verborrea, las aventuradas clases de Matemáticas con Doña Manolita y su seiscientos (D.E.P). Aquella tarima a la que alguno fue izado cogido por las patillas... En fin de eso ya hablasteis vosotros bastante en el Estupendo Blog que montó Salvador G. Narváez.

Fines de Semana.

Y después de la semana dura, llegaba el Finde…Los sábados entre otras cosas, había jornadas
deportivas, mesas de cartas, partidas de futbolín y otras actividades varias.


Continuará...
HISTORIA DE JOSE ANTONIO MARTÍNEZ “SAMPEDRO” 
desde la UL Zamora 1966 hasta nuestros días.

 Hola, compañeros, después de 57 años sin vernos, siempre tuve la ilusión de tener un encuentro para rememorar mis años junto a vosotros que tanto marcaron mi vida. Yo también fui uno de vosotros y de otros muchos, que tuve que salir de casa por primera vez abandonando por una larga estancia el calor familiar. Natural de Ribeira (A Coruña) En mi caso en unas circunstancias especiales, por el prematuro fallecimiento en junio de 1965 de mi Padre con 45 años, dejando una familia de Madre y ocho hijos siendo los más pequeños gemelos de 7 meses.
                       


Salí en Autobús desde A Coruña capital, despidiendo a mi madre y los dos más pequeños con destino la Universidad Laboral San José de Zamora. No recuerdo las horas que tardamos en llegar, pero lo que sí recuerdo es que el viaje me pareció eterno, no había salido de las provincias costeras gallegas en mi vida. Recuerdo también esos grandes campos de Castilla de tierra rojiza sin apenas viviendas, orografía muy distinta a la que yo conocía en Galicia. Me pasé lloriqueando todo el camino.

 El recibimiento.

 La llegada al Colegio Rey Fernando (La Grillera) muy al atardecer fue esperpéntica, un edificio descomunal, barro por todas partes y subir escaleras hasta el octavo piso. Aunque me acuerdo con cierta nebulosa (espero aclararla con el próximo encuentro con alguno de vosotros) fue que, en pocos días, supongo en los preparativos previos a la inauguración, zas…¡¡ lo nunca visto !! En pocos días en las proximidades del edificio, aquellos barros se convirtieron en parterres de césped venido en rollos de no sé dónde e incluso algún arbolito. Yo aluciné…
Mis primeros compañeros.

 El Fútbol.

 Qué decir de nuestra actividad cotidiana, estudio, misa, filas, campanillas, clases, recreos, etc. Recuerdo aquellos campos pedregosos de fútbol repartidos alrededor de la T invertida, con más de un rascón en aquellas rodillas desprotegidas, en el campo de la pendiente, siempre ganaba el de la portería en el alto, salvo que, en el equipo de abajo, jugasen los Posse, Luzón, y Antonio Santos (éste último gran jugador dicho sea de paso del Zamora y Valladolid durante muchos años, después incluso entrenador).

 Otras actividades

 Alguna línea más debo escribir de este apartado, no era todo fútbol, pasábamos horas haciendo circuitos de ciclismo para jugar a las chapas con los Tendero, Sobrino, Corral, Peralta, etc. Yo alucinaba descubriendo en los terraplenes rojizos cerca de la valla hormigueros y poner a pelear a aquellas hormigas cabezonas que no había visto en mi vida.

Continuará...

sábado, 4 de marzo de 2023

 EL 541, SEÑOR, SI SEÑOR, O BIENVENIDOS AL FUTURO ... AGAIN.

Llegamos en un día lluvioso. Casi al final de la recta de Coreses. Los alumnos veteranos del San
José empezaron a alborotarse gritando entre aliviados tras el largo viaje y quizá ansiosos por ver
a viejos compañeros, ¡¡¡ que ya se ve!!! ¡¡¡que ya se ve!!!... Y lo que se veía por la sucia ventanilla
del autobús Setra Seida, de la que pendía una ajada y sucia cortina, era un edificio enorme, de
ladrillo rojo, de infinitas celdillas vagamente cuadrangulares, que oscurecía con su silueta el sky
line de una vieja ciudad castellana, Zamora,; una ciudad que conocía por la memorística
Geografía de primero de bachillerato, por estar entre dos míticas comarcas de la provincia: la
tierra del pan y la tierra del vino. Juanjo Undabarrena Urdingio y yo, que veníamos del sucio
Bilbao, nos miramos y probablemente resignados diríamos: ¿qué va a pasar ahora? Esa línea
virtual, imperceptible frontera paisajística, nos llevaba a 90 km/h hacia un destino en el que
había de pasar seis años. Llegue con pantalones cortos y lo abandoné tras dos angustiosas
reválidas, un lejano día 30 de Junio de 1972, con la cabeza llena de vocabulario greco-latino,
silogismos, teoría de conjuntos y los partidos políticos en la segunda república y Guerra Civil que
conocimos tras un trabajo de Historia que hice a medias con el Peque; y el inagotable caudal de
conceptos jurídicos que en COU nos vomitaba aquel mítico profesor D. Licesio, “qué mascullas
Licesín” que apuntaba con gracia Pajares, tras aquellas tediosas sesiones de Introducción al
Derecho que nos adormecían de 4 a 5 en aquellas luminosas tardes de la primavera zamorana.
Aquél día llovía mucho y probablemente ya hacía frío, aquel frío castellano que, acostumbrados
a la humedad permanente de Bilbao, y criados entre la niebla y el smog, nos heló la sangre y
que, combinado con el miedo a lo desconocido, nos condicionó el sexenio que acabábamos de
inaugurar asidos al número que adornaba nuestras escasas y homogéneas pertenencias: el 541.
Nada de esto os es ajeno, es parte de nuestra historia vital; de aquella serie de hitos que fueron
ahormando nuestra personalidad, asidos a una naciente y necesaria amistad hoy convertida en
lejana melancolía, hilvanada ahora por un puñado de números de móvil, afortunadamente.
Bienvenidos al futuro ... again.

jueves, 10 de marzo de 2022

 

In memoria


     Un antiguo alumno de La Grillera (Luis Álvarez 71/74) me dice que ha encontrado un artículo donde se habla del P. Felicísimo Álvarez Cantón, enfermero de la Laboral desde el 68 al 72. Todavía recuerdo las banderillas que nos ponía, teníamos el "culo" dolorido una semana. Por desgracia falleció en 2006 en un pueblo de Venezuela pues allí se fue en misiones. D.E.P