Amigos, leido con detenimiento la filípica que nos envía nuestro querido Gabi, tengo que decir que nada de eso es cierto. Yo mismo lo pude comprobar en una oportuna visita a la susodicha habitación 714. Allí no encontré a ningún enfermo, la única trombosis que se vislumbraba claramente era la de su cerebro, siempre dispuesto a la cháchara y el jacarandeo. De hecho sus propios compañeros de habitación que al parecer habían entrado con graves enfermedades estaban ya en perfecto estado y tan sólo sufrían un fuerte dolor de abdominales resultado de su permanente estado de risa al que les sometía nuestro amigo con sus imparables y alucinantes chascarrillos y picardias con enfermeras, médicas y personal femenino en general.
Y por lo que he sabido el alta se lo han dado una vez comprobado que estaba allí ingresado por haber falsificado los documentos de ingreso, con gran alivio para el hospital que ya empezaba a soportar carreras por los pasillos con las camas de ruedas, mochos de fregona colocados al revés por todas partes, botellas de agua mineral con ginebra en el lugar donde deben estar los goteros, concursos de disfraces con uso indebido del material de higiene íntima, etc, etc, como podéis comprobar por las fotos que os adjunto y que yo mismo le hice para aportar documento gráfico indiscutible de lo que afirmo y juro por lo más sagrado que así es como os lo he dicho.
Un abrazo a todos y una vez más os digo que no os quedéis nunca con la primera versión de las cosas. Es mejor contrastar la noticia con testigos presenciales como es mi caso.
En Madrid, 30 de agsoto
Julio Pajares
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