sábado, 7 de noviembre de 2009

Y volver, volver, volver... (final)

Calle de Zamora

La nostalgia era grande y el sentimiento rebosaba por cada poro de mi piel. La recorrí entera. Me sumergí en su espíritu y renové mi admiración hacia ella. Zamora, la primera en conocer la profundidad de mi alma. La que supo y veló mis ilusiones infantiles en aquellos años de dura realidad. He vuelto a emocionarme con tus calles, con tus iglesias y palacios. En tu catedral me he sobrecogido con la fuerza del románico y he rezado ante el altar mayor neoclásico que deja clara la intemporalidad del arte cuando se trata de adorar a Dios. Me he asomado al Duero desde tus murallas y he sentido celos de su abrazo al mirar tu reflejo en él. Zamora, mi ciudad soñada, te llevo muy dentro y prometo volver.
José A. Cámara

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