La gripe de Hong-Kong (2ª parte))

Razones no nos van a faltar a los que así actuemos. O ¿es que a alguno de nosotros, los que fuimos ingresados en la enfermería, que por cierto tuvieron que ampliar, nos informaron de que aquello que padecíamos era pandémico? ¿Acaso en aquel aislamiento al que nos confinaron hasta la curación nos hablaron algo sobre el mal de Hong-Kong o sobre cualquier otro mal colonial aunque hubiera sido sobre la rabia gibraltareña tan extendida por estos pagos en aquellos años? ¿No fue además terrible, una vez superada la gripe, el tener que aguantar una semana de convalecencia durante la cual se nos obligó a visitar la enfermería a diario con el único fin de ser banderilleados en las nalgas con una dosis de vitamina C, que dolía que te cagabas, y que habrían podido evitar de haber optado por un reparto discrecional de naranjas naturales o de aquellas bolsas al vacío que, conteniendo zumo concentrado de naranja, nos vendían en la cantina del cole? Por cierto, estaba bueno aquel invento sin duda precursor del actual Zumosol, que se vendía para mezclarlo con agua y así conseguir zumo cuasi natural o sea, como el Zumosol. Digo yo que lo malo sería que al tomárnoslo a pelo, es decir, sin mezcla de ninguna clase, la hiperacidez de aquello no nos hubiera podido ocasionar alguna gastritis o sabe Dios qué. De cualquier forma, como solución alternativa a las hipodérmicas, habría venido como pan para hambriento. Total que lo dicho, argumentos no parecen faltar para poner la mano y trincar si la cosa se pone bien, así es que a por ello, sin miedo ni vergüenza, que cosas más difíciles se han logrado.

Mucho fue lo vivido, disfrutado y sufrido durante nuestra permanencia en La Grillera siendo esta historia que os he relatado una más sin más trascendencia pero que ha venido al pelo para quitarme de la cabeza miedos y prevenciones sobre esta dichosa gripe con la que nos marean en estos nuevos tiempos de tribulación. “No problem”, de esta saldremos como de aquella y sin otra secuela que lo que pueda significar otra experiencia de vida más.
Cuidaos mucho. Tomad vitamina C y salud “pa tos”.

José A. Cámara