jueves, 15 de mayo de 2008

Operación: que no nos pillen...

Carta escrita en Navarra el 24 de enero de 2001

Hola viejos carrozas: Después de varios meses recibiendo correos en el trabajo, ya iba siendo hora de entrar al trapo. A partir de ahora me resultará más fácil, pues por fin me he conectado a Internet desde casa, superando mi pereza habitual para estas cosas modernas. Tengo que decir que cada nueva incorporación a esta lista de correo que cada día va engordando me trae recuerdos que ahí estaban dormidos en la memoria, esperando que alguien los removiese. Sugiero que a mediados de febrero se reedite la lista de toda la gente que esta contactada para que podamos redoblar los esfuerzos por localizar a los que falten.

Bueno, para los que no se acuerdan de mi, yo soy el Pajares, aquel que no había manera de que hiciese deporte y al que castigaba D. Antonio Agüero a dar vueltas al campo mientras los demás jugaban al fútbol.

Mira por donde desde hace cuatro años soy un enfervorecido aficionado a la bici (mountain bike) y me dedico a participar y organizar travesías por toda la geografía navarra y una vez al año hacemos una marcha por el resto de España.

Como he visto que unos más y otros menos se han ido confesando de todos estos años, yo os voy a hacer un breve resumen para no ser menos, con el sentimiento de que a esta ventana se asoman después de 30 años un montón de amigos de verdad que quedaron durmiendo en las literas.

Mis primeros pasos después del COU, fueron en la Laboral de Cheste, con mi buen amigo Floren (Quique) a quien envío un abrazo muy fuerte, pues después de salir de la cárcel de Valencia juntos, no nos volvimos a ver más. No me perdono el no haber contactado contigo nunca, habiendo vivido juntos aquellos trances.

Me alegro de que terminases Magisterio y que estés en la Enseñanza, pues esa era tu vocación natural.

Después me fui a Barcelona : Del 74 al 79, antifranquismo, antifascismo y todos los antis a los que nos entregamos en cuerpo y alma y que me llevaron otra vez a la Modelo una temporada. Con la democracia llegó el sosiego. Algunos compañeros se engancharon a la política de despacho, otros muy pocos, aun continúan en la brecha (Ole sus cojones), muchos perdieron el norte y se quedaron jodidos en el camino y otros simplemente cambiamos de vida, aunque no de sentimientos. , me cambie a un trabajo más cómodo que las fábricas y la construcción y reanudé distintas carreras de las que casi termino Derecho. Me casé y tuve dos hijas, hoy de 22 y 17 años. Mi hija mayor me HA HECHO ABUELO HACE TRES MESES, de manera que aprovecho para pedir al que ya sea abuelo que se identifique, pues tendría cojones que fuese yo el único.

En el año 90 nos vinimos toda la familia a Navarra, la tierra de mi mujer en estas estábamos cuando un buen día del verano pasado recibo la llamada del pasado dormido a través la voz de Manuel Prieto, a quien aprovecho para, junto a Labay y alguno más, expresar mi agradecimiento por sus desvelos, por materializar lo que muchas veces habíamos deseado todos y nos quedábamos sin arrancar.

Bueno, vaya royo que os estoy metiendo. Aprovecho para pronunciarme al respecto de la encuesta. En síntesis estoy de acuerdo con las opiniones expresadas por Quico Posse ( hay que ver!, parece que nada ha cambiado, “el Posse”, tan reposado como siempre, sentando cátedra !toma, para eso es el Delegado de Curso y yo como un pelota, dándole la razón! ), es decir que creo que debemos dejar abiertas todas las opciones, pero concretando lo antes posible, qué opciones va a utilizar cada uno, por razones de organización. Los que vayan sin familia pueden estar más interesados en cubrir su estancia en la laboral.

Los que vamos con compañera, al menos en mi caso, optaría por alojarme en hotel durante los 5 a 7 días que me propongo estar y de esos días pasar dos noches en la laboral. Si esta fuese la opción generalizada, podríamos fijar los dos días de mayor concentración de gente, que serían tos días "estrella": os imagináis que apareciera D. Vicente con la linterna iluminándose sus amplias fosas nasales y aquella voz de

ultratumba : venga, Vicente Rada, Ors y Pajares al pasillo, y se rezase un rosario mientras machacaba nuestros frágiles huesecillos. Por cierto en el 81/83 coincidí con D. Vicente varias veces en un pueblo de Barcelona y no sólo no le pegué, sino que llegué a tomarle cariño. El tiempo lo cura todo.

Y vale, otro día más, queridos amigos, un abrazo a todos

Julio Pajares

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