Por Cojones...
Creo que, desde la situación que me da ser el UNICO que ha asistido a todas las reuniones de Zamora desde su primera convocatoria (en una ocasión fui yo solo, por si alguno no lo sabía), estoy legitimado para exhortaros a ir a Zamora pero por COJONES.
Vamos a dejarnos ya de sensiblerías, que parece que tenemos Alzheimer, solo nos acordamos de lo que ocurrió hace 40 años. Comparto que nos acordemos de la música, porque desde aquella década no se ha hecho nada mejor ( y os lo dice uno que no tiene ni puta idea), pero el resto me la trae al pairo. De los fríos y húmedos días de invierno ni me acuerdo, ahora siempre voy en verano. El Duero ni lo veo cuando voy (no tengo tiempo). Y de lo mal que lo pasamos pues mi memoria selectiva no me permite acordarme.
Ahora, hay que ir a Zamora porque todos los años vamos. Porque nos gusta vernos. Porque nos gusta disfrutar y pasarlo bien. Porque con la química que exudamos cada uno, nos interrelacionamos y comunicamos sin necesidad de decirnos nada. Y sobre todo por la oferta de Arte y Cultura que Zamora ofrece.
Empezamos y terminamos el día yendo a clase. El Aula Magna es nuestro centro de gravedad. Allí, los bendecidos del verbo fácil, se explayan con sus chistes ( a medida que pasan las horas son mas soeces y guarros) durante largas horas, mientras nuestro anfitrión, Paco, nos deleita con sus cubatas y demás bebidas alcohólicas que los allí convocados solicitan. Nuestra musa Mari Carmen nos atiende y arropa cuando nos dan las 2 y las 3 (no como al rojillo de Sabina), y la hija puta de la brisa Zamorana se empeña en que ya es tarde y nos tenemos que ir para la Laboral. Allí se producen grandes debates sobre política, porque a pesar de los años transcurridos hay algunos que no han evolucionado.
Y que me decís del arte culinario. Esos Toribios, esos Pinchos Morunos, esos Callos, ese vino aunque sea Farinas (perdona Manolo en este teclado no hay virgulilla), esas copas en el Parador con baño incluido (te acuerdas Quintanilla?).
Si hablamos de la música no hay parangón. Vamos a olvidarnos por un momento de los músicos profesionales que tenemos porque son punto y aparte. Pero que me decís de esas Corales que, a modo de pasacalle, rememoran canciones de la DECADA prodigiosa por bares y tascas, con esas voces graves de gente cascada y trabajada. Y esas Dianas Floreadas o esas Mañanitas del Rey David cantadas por esas mismas voces que apenas un par de horas antes han estado disertando en el Aula Magna sobre cosas transcendentales.
Podía seguir enumerando durante horas, probablemente días, las excelencias culturales de las “Quedadas Zamoranas”, pero no me da la gana seguir.
Esto es lo que nos ofrece Zamora en San Pedro. Yo no sé quien está este año como responsable del Comité Organizador. Manolo?, no creo el cabron estará en Acapulco. Quico? Algo hará, aunque solo sea proveernos cobijo donde lamer nuestras heridas. Pero sea quien sea debería empezar a comentar los actos culturales previstos para que la gente se vaya animando. Yo desde luego si no hay Arte y Cultura NO VOY y organizo una QUEDADA alternativa en Gallegos del Campo, provincia de Zamora, donde hay un restaurante que se come de puta madre, regado, que digo regado!!!!…inundado, con un vino de la zona cojonudo.
Bueno hasta la próxima, y ya lo sabéis a Zamora hay que ir por COJONES, y el que no vaya es un MARICON, repito MA-RI-CON.
Besos, para que veáis que yo también soy un poco sensible.
De la Fuente
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