sábado, 14 de febrero de 2009

Había una vez un zorro... (final)

De repente el aviso y todo el mundo a su habitación porque la luz se iba a apagar. Cada uno en su lecho… y entonces era cuando las risitas surgían a la memoria del chiste o cuando la peste del pedo aún se apreciaba en el ambiente. Dependiendo del vigilante que tocara en el piso, nos estaba más o menos permitida cierta “licencia” mental antes de atrancar los ojos para que cada uno viajara en sus sueños íntimos al lugar más inaccesible.

Voy a sacar de mi baúl memorístico un hecho que ni en Guantánamo lo practican. Creo que fue en 4º; tan radiantes estábamos que esa noche bajamos la guardia y el “zorro” entró en el gallinero. Creo recordar que junto a mí estaba Varela, Capilla, Alías y otro que no recuerdo; en plena efervescencia catártica del estrés habitual nos pillaron. Esa noche el “führer” nos mandó a D. Fausto, hombre tosco, con cara de pocos amigos, parecía recién salido de la Legión extranjera… Entró en la habitación cerró la puerta e iluminó nuestras radiantes caras; por supuesto la alegría se transformó en un silencio sepulcral. Tan seguro estaba de su poder que nos sometió solo con su mirada y su sonrisa hipócrita.

Uno a uno nos fue sacando de la cama y con sus dedos de gigante nos fue pellizcando en el reverso de la mano hasta hacernos gimotear:

- Llora – nos pedía; si no lo hacías rápido más apretaba él; ni que decir tiene que la mano te recordaría por varios días la degradación sufrida.

Hubo un bravo que opuso resistencia demasiado tiempo y lo pagó caro; no bastó la mano, tuvo que utilizar algún coscorrón que otro. Aquella noche me sentí la persona más miserable del universo y por un momento me desprecié a mí mismo por sentirme tan cobarde ante la infamia y el despotismo de un tirano.

1 comentario:

Manolo dijo...

Hola a todos, no se si esta es la forma correcta de colgar un comentario, sino fuera así, agradecería que me ayudarais a hacerlo bien.
Soy Manuel Luna, he conocido este blogg por medio de Angel Martín Expósito, a quien he encontrado de casualidad en Facebook.
No se si alguno de vosotros se acordará de mí, yo si que me acuerdo de casi todos vosotros, qué recuerdos, al leer de nuevo los nombres de los antiguos compañeros.
No se si este comentario se colgará de algún sitio porque no estoy muy ducho en el manejo se internet.
Bueno si alguien lee este comentario y se acuerda de mí, me llevaré una gran alegría.

Un fuerte abrazo a todos