sábado, 10 de mayo de 2008

Amigo del alma... ¡cuánto tiempo!

Viaje de fin de curso de COU a Sanabria en 1972

Escrita en Barcelona el 23 de septiembre de 2000.

La aventura en solitario se inicia con posterioridad a estas imágenes. Camino de la universidad con la mochila cargada de sentimientos e ilusiones, imbuidos en teorías de izquierda y altruismo inocente. Sentimientos descubiertos, acunados y compartidos entre nosotros. Fines de semana en Salamanca o en el barrio de San José.

Y en ese momento la duda: Salamanca o Barcelona. Finalmente, Barcelona. Facultad de Medicina. Entonces contacto con el ocaso del mundo hippie y las comunas. Me siento atraído durante varios años conservando, actualmente, varios de aquellos amigo s. El espíritu de aquellos años, tanto de ULZ como de la facultad, intento conservarlo, de alguna manera, en algunos objetos de mi habitación de trabajo en mi casa. No con el orgullo del pasado, sino, humildemente, con la presunción de no olvidar, de mantener 4 su recuerdo y conservar, por lo menos, el objetivo de una justicia social. Un homenaje a la tolerancia. Premisa: ser consecuente con uno mismo. Y basta de rollos, tío...

Cuando Carmen acabó en la facultad de historia nos casarnos (1984). Tuvimos un hijo en 1987, Albert. Por cierto de lo más tozudo que me he encontrado. Cuando llegan las vacaciones disfrutamos viajando con el remolque (camping), que nos permite una gran movilidad a infinidad de lugares. Empecé a trabajar al volver de la mili (1980). No pude eludirla. INSALUD (5 años como interino). Mientras tanto hice la especialidad de Medicina del Trabajo. Empiece en Mutuas de Accidentes de Trabajo,...

Ahora hace 13 años que estoy en "mancomunidad". Se trata de una empresa de servicios de Prevención de Riesgos Laborales en Empresas. Muy de actualidad con el auge de la LPRL (ley de prevención de riesgos laborales). Soy el responsable del área médica, más sobre el papel que en la realidad. Sigo haciendo trabajos de base (en general, control de riesgos específicos, reconocimientos especiales, estudios de toxicología,... y, especialmente, en varias fábricas, en las que me corresponde su control); también, trabajos burocráticos (elaboración de protocolos médicos, reuniones, etc.) y estoy metido en su organización. Total de 8 a 8 (12 horas al día aproximadamente como cualquier hijo de vecino).

En fin, unos años han pasado y este es un resumen muy sencillo. Lo bueno, las anécdotas, las ilusiones y esperanzas, las sorpresas y las decepciones, las alegrías y las tristezas, los sentimientos...., que son los que, realmente, llenan nuestra vida y, sinceramente, los únicos que interesan, las reservo para nuestro próximo encuentro.

Un fuerte abrazo.

Carlos L. Labay

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