jueves, 7 de octubre de 2010

Cuentos de Octubre (1ª parte)

 SOLOS Y CASI SIN MEMORIA: DE CUANDO EMPEZAMOS A GOZAR DE AUTONOMÍA SIN SER AUTÓNOMOS. 

Cuando el trimestre acababa, éramos lanzados, ya desde los 15 años, a los andenes de aquella vieja estación de Zamora, de tren o autobús, estación de espera, solos, pavorosamente solos, cargando con una pesada maleta llena de nada, de lo mismo que habíamos traído, pero desestructurado, casi irreconocible, nos enfrentábamos a un largo viaje sin más compañía que nuestra memoria. Recuerdos ahora de largas horas de esperas y transbordos, de frío en alguna vieja cantina de estación, adosados a nuestra maleta y comiendo, probablemente, un bocadillo de tortilla de piel coriácea, mirando permanentemente se soslayo a aquella maleta gris, por si salía corriendo, y recordando las voces de todos, desordenadas, y las dudas por los exámenes que acabábamos de terminar.
Sin nada más; estampa de soledad parcialmente edulcorada, quizás, por los ecos de aquella especie de música que salía del tocadiscos- máquina de bar, de a 5 pesetas en las que siempre sonaba Nino Bravo o Raphael, Fórmula V o los Diablos, recordándonos que Evamaría se había ido a la playa y nos había dejado en la más profunda desolación, abandonados en aquellas enormes playas de maniobra, de imposibles cruces de vías, y catenarias, de la enorme estación de la pequeña Medina del Campo.
Llevando toda la música en la cabeza, pequeño mp3 en el que competían las últimas fórmulas del área del círculo, imprecisos recuerdos de imposibles ecuaciones de primer grado ya que la Gallia est omnis divisa in partes tres, o el tengo que escribir una postal a no se quién. En noches cerradas y frías, andén arriba, andén abajo ¿me cuidas la maleta? Y tren procedente de… que veíamos detenerse en aquella lejana vía 6, sentados con la solapa del abrigo hasta los ojos y solos, mirando la hora cada minuto en aquel viejo reloj Candeleanu Watch o Duwart del tiempo detenido, entre aquellos densos bancos de niebla de Diciembre y olor a grasa y carbón y bocadillo de chorizo envuelto en páginas de arranque de abecedario.
Continuará... 
                               Basilio

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