sábado, 11 de septiembre de 2010

Miografía de cinco daños y un día (2ª parte)


HAVE YOU EVER SEEN THE RAIN?
Hasta hartarme. Las primeras lluvias de gotas gruesas y con relámpagos y truenos, parecían hacer sonar la arcilla reseca al mojarse, levantaban un olor a tierra mojaba que tonificaba y apetecía hasta mojarte. Reavivaba los colores de la piedra de Salamanca y la ciudad parecía una mujer recién pintada brillante y vivificada. Pero....
RAIN AND TEARS
Luego ya, con los árboles desnudos y sus ramas figurando huesudas manos hurgando en el cielo, venían días y días de monótona lluvia que embarraba el patio y nos convertía en moscas tras los cristales observando la ingente paleta de grises que tenia Zamora. Eran días de
REFLECTIONS ON MY LIFE
Mirarnos el ombligo, charlar como nunca con los compañeros y sobre todo escribir, escribir a casa y andando el tiempo a Margarita (la que te envió cartas con besos de carmín y chorreo de D. Ángel) y que no te espero como Penélope, Marga dejo su bolso de piel marrón y se fue al cine Toledo con otro.
DAYDREAM
Al igual que los abuelos en las lareiras nos reuníamos a contar historias (trolas como camiones) y en esa comunión de patio de cárcel comenzó a fraguarse la solidaridad y los sueños... cuantas miradas perdidas que atravesaban los muros... cuantos sueños soñados despiertos y solo interrumpidos por la chicharra horaria de los pequeños tiempos entre clases
HAZY SHADE OF WINTER
Volvíamos de las vacaciones de Navidades con jersey y pantalón adaptados a nuestro nuevo metraje y variadas provisiones (tubos de leche, Cola Cao, paquete de antillana o rumbo corto) que invariablemente guardábamos en ese espacio secreto a voces que era la tabla baja del armario. Y nos encontrábamos con un frío de cojones, un frío de Stalingrado, los calcetines se quedaban duros a los pies de la cama. Un balonazo en cualquier parte del cuerpo significaba rascarte hasta llegar a clase.
 Continuará...
Gabriel

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