viernes, 9 de mayo de 2008

Entrevista a todo un científico (Chus)

JUAN G. ÁLVAREZ PROFESOR DE OBSTETRICIA, GINECOLOGÍA Y BIOLOGÍA REPRODUCTIVA

«La infertilidad tiene solución, pero las parejas están muy desinformadas»

«Es muy importante seguir un tratamiento escalonado, y no recurrir directamente a soluciones como la fecundación in vitro»

El doctor Juan G. Álvarez lleva toda una vida dedicado al estudio de la reproducción y, particularmente, de los problemas de infertilidad, cada vez más frecuentes entre las parejas españolas. Doctorado en Química por la Universidad de Vilanova, en EEUU, es director científico del Instituto Marqués de Barcelona, especializado en la fecundación in vitro, y director de la clínica Androgen, en La Coruña. Según asegura, la infertilidad tiene remedio en la gran mayoría de los casos, aunque no se sabe informar a las parejas para que busquen la solución más adecuada.

-¿Cuándo se puede hablar de un problema de infertilidad?

-Según la OMS, cuando en una pareja no se produce un embarazo después de un año de relaciones sin protección. No debe confundirse con la esterilidad, ya que la infertilidad suele ser un problema temporal que en la mayoría de los casos tiene solución.

-¿Cuáles son las principales causas de la infertilidad?

-Puede haber múltiples razones. Por parte de la mujer puede deberse a alteraciones hormonales, malformaciones uterinas, obstrucción de las trompas... En el caso del hombre puede estar relacionado con el varicocele, alteraciones en la forma de los espermatozoides, fragmentación del ADN espermático o la exposición a factores tóxicos o a temperaturas elevadas.

-¿Qué soluciones existen?

-En función de cada problema, hay remedios quirúrgicos, farmacológicos... Cada caso es particular y así hay que estudiarlo. Lo principal es hacer un estudio integral de la pareja. Aunque tradicionalmente el problema se ha asociado al factor femenino, cada vez son más frecuentes las causas relacionadas con el factor masculino. En este supuesto, y cuando no se trate de causas genéticas, el 75% de los casos pueden tratarse con éxito.

-¿Influye también la psicología?

-Por supuesto. Muchas veces la ansiedad por quedarse embarazada influye en la fertilidad de la mujer. Se dan casos, por ejemplo, de mujeres que finalmente optan por la adopción y, al relajarse, logran un embarazo natural.

-¿Qué pasos hay que dar para tratar la infertilidad?

-Es muy importante seguir un proceso escalonado, sin saltarse puntos: hacer el diagnóstico, plantear un tratamiento, dar pautas a seguir de cara al coito... Y si no se tiene éxito se puede recurrir a la inseminación artificial o a la fecundación in vitro. El problema es que muchas parejas pasan directamente a estas soluciones sin esperar ni siquiera a intentar un tratamiento.

-¿Por qué?

-Porque la gente está muy desinformada. No saben a quién acudir y muchos ginecólogos no creen que se puede tratar el factor masculino. Yo recomiendo pedir siempre una segunda opinión antes de recurrir a la fecundación in vitro. De hecho se han dado numerosos casos de embarazos naturales durante este proceso, motivados por un tratamiento simultáneo de mejora de la calidad del semen.

-¿Cuántas parejas con problemas de infertilidad hay en España?

-Se calcula que son unas 800.000, es decir, en torno al 15% ó 20%. Se trata de un problema que va en aumento, por el aplazamiento de la maternidad más allá de los 30 años y por un deterioro en la calidad del semen.

-¿A qué se debe este deterioro?

-En gran parte a la gran cantidad de factores tóxicos que ingerimos o inhalamos continuamente. En la industria alimentaria todo viene tratado con pesticidas, plaguicidas, conservantes... Todo eso afecta. Incluso dentro del mismo útero, los testículos del feto se ven ya afectados por los tóxicos que ha ido acumulando la madre. Por otra parte, profesiones como las relacionadas con la metalurgia o la industria del vidrio suponen un mayor riesgo para la calidad del semen.

-Se refería usted también a la importancia que tiene la edad...

-A medida que aumenta la edad disminuye la calidad de los óvulos y de los espermatozoides, aumenta la probabilidad de patologías en el tracto genital y se dejan notar más las consecuencias del continuo bombardeo de factores tóxicos.

-¿Cuál es la edad ideal?

-Antes de los 30 años. Hay menos complicaciones obstétricas y el marido tiene mejor semen. A partir de los 37 baja tanto la calidad de los óvulos que cuesta lograr un embarazo incluso recurriendo a la fecundación in vitro.

(Publicada por I. Villar en el Correo de Gijón el 5 de mayo de 2007)

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